lunes, 5 de diciembre de 2011

Signos de puntuación

Es bastante frecuente encontrar textos impresos con errores de puntuación. En el anverso y reverso de la caja de un champú para el tratamiento de la dermatitis se lee: “Alivio sintomático de las alteraciones capilares descamativas, tales como; dermatitis seborreica, psoriasiforme, caspa y picor del cuero cabelludo”. Se puede apreciar en este mínimo texto la confusión entre el signo del punto y coma (;) y el de los dos puntos (:). Esto se debe, en gran medida, al descuido y desatención con que se tratan estos signos pues  se consideran errores menos llamativos que los ortográficos o sintácticos. Si jugamos con la etimología de la palabra texto como tejido, podríamos decir que un error ortográfico como “Se hechó a dormir” sería como una mancha de aceite en la solapa de una chaqueta: evidente, notoria y molesta. Un error de puntuación como “El animalito, buscó refugio en la cueva” supondría que la chaqueta tuviera una manga más larga que otra o no fuera de nuestra medida. Es más llamativa la mancha ortográfica pero más problemática la asimétrica puntuación.


También es cierto que las reglas de puntuación tienen un margen de subjetividad y, en ocasiones, su uso depende de las preferencias estilísticas de quien escribe: un punto y coma por una coma, un punto por un punto y coma, un punto y aparte en lugar de un punto y seguido,… A pesar de esto, los más frecuentes signos de puntuación tienen una serie de reglas claras y objetivas sobre su uso y su restricción.

Los signos de puntuación organizan un texto escrito y evitan la ambigüedad. Sin ellos sería muy difícil y tedioso entenderlo, a la vez que cabrían diferentes, si no contrarias interpretaciones. Con ellos organizamos diferentes oraciones o párrafos que hacen avanzar la información, separamos las ideas principales de las secundarias, ponemos en relación distintas acciones o cualidades y, en definitiva, damos coherencia y cohesión al texto.

Con frecuencia, se ha dicho que los signos de puntuación reproducen las pausas entonativas que realizamos al hablar. Esto no siempre es así, incluso en ocasiones lleva a confusión. A veces, al hablar hacemos pausas para enfatizar el discurso que no tendrán reflejo mediante signo de puntuación en la escritura. Así, por ejemplo, si queremos resaltar el punto de vista personal y la identidad de lo que decimos, podemos hacer una marcada pausa oral entre el sujeto y el verbo, que no tendrá reflejo en la escritura.

Por tanto, conviene evitar la relación entre entonación y signos de puntuación  y asociarlos mejor con la estructura sintáctica y semántica de la oración y del párrafo. A continuación se exponen las principales reglas de los signos de puntuación de mayor frecuencia de uso y los errores más comunes.

REGLAS DE PUNTUACIÓN
La coma una pausa corta que se produce dentro de un enunciado. Tiene usos variados:
  • Para separar los elementos de una enumeración o lista, sean estos sustantivos, adjetivos o proposiciones ya sean coordinadas o subordinadas: Confundía el uso de puntos, comas ,rayas, guiones,…
  • Para separar un inciso o aposición que se haga en el discurso: El uso de los signos de puntuación, no está de más señalarlo, es bastante errático./Tu hijo, Pablo, se abstrae con frecuencia.
  • Cuando en una oración hay dos sentencias opuestas con más, pero, aunque, sin embargo,…: David tenía sueño, pero no quería echarse la siesta.
  • Después de conjunciones o locuciones conjuntivas como entonces, es decir, por último, así pues, asimismo,…: Por último, debemos evaluar lo hecho.
  • Para separar el vocativo: Niña, espérame en el parque.
  • Cuando se suprime algún elemento previamente aludido. Entonces se coloca la coma en lugar del elemento suprimido, generalmente un verbo, para evitar la reiteración: Ellos quieren ir a la playa; nosotros, a disfrutar del bosque.
  • Tras un complemento circunstancial que inicia oración: Tras las vacaciones, cuesta reemprender los esfuerzos intelectuales.
  • Para separar el lugar y la fecha en un escrito: Jaén,10 de febrero de 2008.
  • Para separar los términos invertidos del nombre completo de una persona en una mención bibliográfica: CASSANY, Daniel: Tras las líneas.
El punto es el principal signo en la estructuración de un texto porque indica el final de una oración o enunciado. En muchos escritos, de estilo enfático y breve, el punto suele sustituir a la coma y al punto y coma.
El punto y seguido señala que aunque la oración esté completa, se sigue hablando del mismo tema; se continúa, por tanto, en la misma línea.
El punto y aparte marca el final de un párrafo con lo que se marca la distribución de las ideas en un escrito.
El punto y final indica que hemos terminado el texto.
El punto y coma marca una pausa corta pero más sostenida que la de la coma, intermedia, por tanto, entre la coma y el punto. Su uso va ligado al estilo de quien escribe y es cada vez menor frente al punto y la coma. Se utiliza:
  • Para separar elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
  • Delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, sin embargo, por tanto, así pues,… cuando los periodos tienen cierta longitud y encabezan a la proposición a la que afectan.
  • En oraciones largas donde ya se ha empleado una coma.
Los dos puntos remansan el discurso para llamar la atención de lo que sigue. Tienen también una clara función conectiva. Se usan:
  • Antes de una cita textual.
  • Antes de realizar una enumeración o lista.
  • Después de los saludos en los correos y las cartas.
  • Antes de poner ejemplos.
  • Como nexo o conector causal, consecutivo y explicativo.
  • Para introducir un discurso directo.
  • Para introducir un comentario o una aposición.
Los puntos suspensivos suponen una interrupción del discurso o un final impreciso. Se suelen utilizar:
  • Cuando se deja una oración en suspenso, para mostrar expectación o dar algo por sobreentendido.
  • En las enumeraciones incompletas, con el mismo valor que etcétera.
  • Para reproducir las pausas enfáticas del habla que muestran la duda, el temor, la sorpresa,… de quien habla: ¿Seguro? … ¿Ahora?...Pero,…
Los paréntesis encierran elementos aclaratorios pero secundarios. Se emplean:
  • En las acotaciones teatrales, que informan de la representación y actuación de los actores.
  • Para precisar algún dato: fechas, lugares, autores, obras,…
  • En la transcripción de textos, se utilizan tres puntos entre paréntesis (…) para mostrar que se ha suprimido un fragmento del texto en la cita.
Las comillas dobles se utilizan en los siguientes casos:
  • Para reproducir una cita textual.
  • Al usar una palabra en sentido irónico, impropio o si es extraña.
  • A veces, para reproducir los pensamientos de los personajes en textos narrativos.
  • Para citar títulos de artículos, poemas, cuadros,…
La raya se usa:
  • Al comenzar, en un diálogo, el parlamento de un personaje.
  • Para aislar un inciso.
  • Para introducir o encerrar los comentarios o precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes.
El guión se utiliza para:
  • Separar los miembros de palabras compuestas: fisíco-químico
  • Relacionar letras y números: M-30
  • Indicar que un grupo de letras forman parte de una palabra: el prefijo a- y el sufijo –able.
  • Para la división silábica al final de línea.
ERRORES MÁS FRECUENTES
  • Coma entre sujeto y verbo
Es un error muy frecuente que, como ya se ha expuesto, quizá tenga que ver con el hecho de hacer una pausa enfática tras el sujeto en el caso del discurso hablado o leído en voz alta:
Ayer, mis amigos, accedieron al encuentro.
  • Coma entre verbo y complementos
Este error es mucho más frecuente cuando el complemento está formado por una proposición subordinada sustantiva:
Entonces, armado con todo su arrojo, le pidió que le dijera la verdad.
  • Ausencia de coma con los vocativos, incisos, aposiciones, tras conectores, tras un complemento circunstancial inicial,…
Como se puede apreciar la mayor parte de los fallos tienen que ver con el uso o, más bien, la falta de uso de la coma, sobre todo entre vocativos, incisos, aposiciones, conectores, etc. Son cuantiosas las deficiencias en los textos que escribe el alumnado de Secundaria. No suele poner comas antes y después de un inciso y en el caso de que ponga alguna, suele omitir, por descuido o desconocimiento, sobre todo la segunda:
Pues que yo sepa actuamos honestamente, es decir hicimos todo lo que pudimos.
  • Ausencia del signo de dos puntos en citas en estilo directo
La norma a este respecto es muy clara; por tanto, el descuido o el desconocimiento han hecho su faena. A veces, se sustituyen los dos puntos por una coma o por un punto y coma como vimos en el ejemplo del champú:
El amigo le preguntó, ¿cuánto hace que llegaste al pueblo?
Para concluir este apartado, vamos a mostrar un ejemplo del comienzo de un texto expositivo escrito por alumnado del segundo ciclo de ESO, en el que, además de errores de otro tipo, se pueden apreciar las omisiones de comas y las confusiones entre la coma y el punto:
Según la definición la juventud esta tratada con mucha importancia, hoy en día se considera de los 15 a los 25 años, la cual a los 25 empieza la adultez. Durante este periodo los adolescentes pasan por una serie de problemas. Algunos sufren de  acne, a otros se le vienen el mundo encima, no son capaces de afrontar la vida con suficiente responsabilidad, las mujeres por ejemplo pasan por la menstruación que algunas no consiguen aceptarlo.

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