jueves, 31 de marzo de 2011

Textos

Los textos son lo primero y no lo último. Nos comunicamos comprendiendo y construyendo textos. No es la palabra, como quizá nos enseñaron, la unidad comunicativa, sino el texto. Luego vienen los discursos, los géneros, las reglas (gramaticales, ortográficas, de cortesía,…) Un buen conocimiento de las fundamentales tipologías textuales y de los géneros discursivos nos habilita para ser competentes en comunicación lingüística. Desde aquí pretendemos contribuir a la mejora de la competencia comunicativa, aprovechando las valiosas experiencias culturalmente acumuladas.

Para entender y componer un texto, ya sea privado o público, literario o cotidiano, hemos de atender prioritariamente a los siguientes factores: propósitos, personas destinatarias, estructuración de la información, características lingüísticas específicas y ámbitos en que se organiza la vida en sociedad. Por eso, hay que poner en cuestión dos tópicos que aún perduran en torno a la enseñanza de la escritura: la descripción gramatical del código lingüístico y el privilegio en el uso de modelos literarios.

Cada texto requiere unas rutinas, unas prácticas, unos saberes que no son transferibles necesariamente a otros tipos de textos. Los objetivos, el ámbito de su uso, a quienes van destinados, las destrezas y las estrategias no son las mismas si pretendemos encandilar a alguien o reclamar lo que es nuestro. La capacidad lírica puede ser un lastre cuando pretendemos argumentar clara y rotundamente nuestras posturas. No requiere las mismas habilidades extender el conocimiento, participar en una organización o agradecer a un padre el tiempo dedicado. Por tanto, si queremos participar activamente en la sociedad, hemos de conocer una amplia variedad de géneros discursivos y variedades textuales. Evidentemente hay saberes comunes como la cohesión, la coherencia, la variedad léxica, la gramática, la ortografía… que nos son útiles para todo tipo de registros. En muchas ocasiones se trata sobre todo de poner sentido común, paciencia y un poco de conocimientos lingüísticos a cada situación concreta.