jueves, 17 de noviembre de 2011

Espejos

En esta obra, Eduardo Galeano da cuenta de la historia humana, tanto desde el punto de vista de quienes tienen responsabilidades y notoriedad como de quienes sufren el silencio y la incomprensión. Eso sí, con atención preferente al reflejo menos conocido del espejo humano. Los microtextos que forman este catálogo de pasiones, miserias y grandezas están cargados de sensibilidad, fina ironía y certeros desvelos.

El recorrido por el abanico de casos y tipos es mítico, religioso, histórico y geográfico. Comienza  con relatos etiológicos y fundacionales que muestran, con una aterciopelada fuerza descriptiva,  los claroscuros del mito y de la religión. Estos microrrelatos nos esclarecen que éramos bichos destinados a la noche y a la selva pero supimos perdurar. Nuestro origen está asociado a la caverna, la negritud y la geografía africana. “¿Adán y Eva eran negros?” Estos fogonazos textuales cuestionan las herencias transmitidas. También los hay que tratan de “los placeres y dulzores de la vida trabajada” como los de Breve historia de la cerveza o Breve historia del vino 

Los grandes hitos de la civilización o la barbarie humana, del progreso o del regreso, están representados mediante la sucesión de teselas individuales y colectivas que forman el mosaico de la historia casi universal: los adelantados a su tiempo, las grandes maltratadas y olvidadas, las revoluciones sociales, los invasores descubrimientos, el nutrido compendio de guerras,… Aquí resultan admirables los textos que, a partir del anecdotario concreto, alumbran la  historia universal de la infamia hacia la mujer. No hay geografía ni momento que las libre: egipcias, hebreas, hindúes, chinas, mexicanas, cristianas, medievales, revolucionarias, madres de la Plaza de Mayo…
Asimismo, los grupos humanos y las individualidades más ninguneadas tienen su justa presencia: los negros, los indígenas, los olvidados del presente y los recordados del futuro, los redescubiertos, la periferia económica, cultural y geográfica.La última parte del libro, entre la desesperanza y la duda, describe el horror del siglo XX: guerras disfrazadas, mentidas, voraces, matamundos y peligros en la selva, en la tierra, en los montes, en las nubes, en el cielo, en la noche… El XXI “que también nació anunciando paz y justicia, está siguiendo los pasos del siglo anterior.”
¡Cuánto amor y cuánto dolor destila este buen libro! En él se mezclan sabiamente la historia colectiva con el fogonazo personal para mostrarnos, sobre todo, la intrepidez de algunas y la ignorancia de muchos. Enciclopedia de instantes, la dimensión de sus textos y las sorpresas que aporta,  la hacen  muy apta para trabajar en las clases de la mayoría de áreas de la Educación Secundaria. No estaría de más que, quienes nos han de reanudar, descubrieran las caras ocultas de la historia. Quizá cumplan mejor sus promesas.

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